segunda-feira, 25 de julho de 2011

Montevideo - primeros pensamientos (literalmente)

Me despierto en un sofá de un living que no reconozco. Me cuestan siete minutos hasta que me ubique. Ay sí, ahora sé, mi vuelo hacia Montevideo fué cancelado durante la conexión en Porto Alegre. No pude ver el partido que dió a Uruguay su décimo quinto título de campeón de la Copa América. "A Brasil le preocupa más la Copa Mundial", voy a contestar a cualquier uruguayo que intente jactarse.

Sin embargo mi mente reproduce imágenes y sonidos reales de gente azul celeste cantando borracha por la calle... Ay sí, ahora sé, fué mientras cruzaba la ciudad por la madrugada en el taxi desde el aeropuerto hasta este living. Por un rato pensé que también estaba borracha conmemorando con la gente en la calle... No, no, recién llegué a las dos de la mañana de un lunes, ahora es 7h30, todavía no tuve tiempo de emborracharme. Aún no creo que vine a parar aquí – en el país que produce la mejor cerveza del mundo. Por que la mejor cerveza del mundo tiene mi nombre? O por que tengo yo el nombre de la mejor cerveza del mundo? Quién nació antes? Y yo, cuando niña, quería llamarme Daniela... Tendría yo otra personalidad se tuviera otro nombre? Si siguiera siendo la misma persona, por supuesto iba a desear que me llamara Patricia después de conocer a tan hermosa cerveza...

Me encantan las cervezas, pero creo que es hora de levantarme a pesar del silencio desconocido. Miro alrededor. Qué hay después de la cortina? Qué visión tiene esta ventana? Qué cara tiene Uruguay? Me levanto. Que frío! Dónde está la calefacción? Me cubro con la manta y camino hasta la ventana. Miravos, hay un balcón! Me encantan los balcones. Me salgo pie por pie para no hacer ruido. Es un gran balcón, muy amplio, perfecto para colgar una decilla. Es tan grande que me olvido de mirar la calle y me perco en el espacio y en el tiempo. Ay sí, la calle, el cielo, la gente, cómo son? Miro abajo, miro arriba. El cielo es gris. La gente tiente prisa, es lunes temprano, claro, pasa de las 8h y deben estar atrasadas. Quizás no, puede ser a causa del frío. Sale humareda de la boca. Uuuuuuuuuuuu. Ay me encanta! Empiezo a soplar: uuuuuuuuuuuuuuu.

Y qué hay al otro lado de la calle? Será que hay un bar cerquita? Hay "happy hours" acá? Cuándo voy a tomar la Patricia? Miro el edificio en fronte. Me parece una fábrica. De qué? Ay sí, allí está. Qué? No puede ser. No, no lo creo. Fábricas Nacionales de Cerveza delante de mis ojos. Tengo que sacar una foto. Click. Vale, entonces mi primera foto de Montevideo, a las 9h17, en mis primeros minutos despierta en esta nueva ciudad donde voy a vivir los próximos cinco meses es de la fábrica de cervezas...

Avenida Agraciada
Por supuesto hay un montón de Patricias allá, abajo... Será que puedo pedirles un poster? Ay, después...

Me vuelvo al sofá. Qué frío hace! Dónde está la calefacción? Ay, quiero mucho un baño muy caliente de una hora para pensar sobre todo eso. Aún no creo que estoy aquí. Tantas cosas sucederon antes de venir. Tantas coincidencias me traeron acá y, ahora mismo, abro la ventana y me aparece un edificio de Fábricas Nacionales de Cerveza mientras pensaba en la Patricia uruguaya... Qué pasa? Y vuelvo a dormir.